Pruebas Químicas y sus procesos

 Pruebas químicas o Chemical Proof

 Tambíen conocidas como pruebas analógicas, es una antigua técnica de impresión de pruebas a partir de películas o fotolitos.

Existen 2 tipos, principalmente y ambos precisan de fotolito:

1. Pruebas químicas basadas en lámina-pigmento y revelado químico (Machprint y AfgaProof):

 

Para realizarlas se parte de un soporte base donde se obtendrá la prueba, algunos sistemas permiten variar este soporte. En primer lugar se adhiere mediante calor y presión una lámina pigmento al soporte base, (por ejemplo se puede empezar por cian).

Una vez laminado, se procede a la exposición conjunta del soporte con el fotolito positivo del color correspondiente mediante la insoladora. Se termina esta primera parte, con el revelado químico. De esta forma se elimina aquellas partes del pigmento que han recibido la luz, es decir, los contragrafismos, quedando el pigmento cían en los grafismos que fueron protegidos por el fotolito positivo. Se repite esta secuencia para el resto de los colores M, Y y K, utilizando siempre el mismo soporte. De esta forma queda completada la imagen.

2. Pruebas químicas basadas en el principio electrofotográfico y revelado por toner en seco (Cromalin y Color Art):

 

 

Se parte de un soporte base donde se obtiene la prueba. Algunos sistemas también permiten elegir diferentes soportes. Mediante una máquina se carga eléctricamente la superficie del soporte con carga negativa y sobre este se coloca un fotolito positivo, por ejemplo el cian y se procede a insolar.

Donde incice la luz (contragrafismos) se neutraliza la carga negativa, una vez terminado este paso, revela pasando el soporte por una procesadora que aplica una capa de toner cían cargado positivamente. De esta forma se consigue la imagen para el cían. Repitiéndo el proceso para el resto de los colores y usando siempre el mismo soporte se consigue reproducir la imagen de forma completa.